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viernes, 17 de abril de 2015

Lo bueno de ser dominicano

Hay muchas razones, entre los extranjeros que vienen a vivir en el pais, para tomar la decisión de adquirir la ciudadanía dominicana.

 Los hay que, por el tiempo que han estado trabajando, a menudo creando familias y logrando un nivel de estabilidad económica, hacen su elección de radicarse y considerarse uno más entre nosotros.
 Estos valoran, además, el clima de paz o de libertad, las oportunidades de conseguir buenos empleos y la satisfacción de algunas aspiraciones profesionales o netamente humanas, según los testimonios que han ofrecido a las autoridades los últimos extranjeros que asumieron formalmente la nacionalidad dominicana en una reciente ceremonia de juramentación.

 Dimos cuenta, ayer, de las emociones vividas en esos momentos por algunos de los 500 extranjeros que anualmente juran por la bandera dominicana, prometiendo respetar y cumplir las leyes del país.
 Y cuando uno calibra las exigencias y requerimientos legales que existen para “ser” dominicano, vale la pena preguntarse si acaso todos los que somos netamente nativos, es decir, los que nacimos en esta tierra, estamos tan identificados con esas obligaciones y tan conscientes de lo que significan los valores nacionales o patrióticos en la definición de nuestra propia idiosincrasia.
  
No son pocos los que dicen que hubieran preferido nacer en otras tierras o vivir en otras tierras. Los que así sienten son aquellos que no desperdician una oportunidad para mostrar desprecio por sus compatriotas, los que no creen en el futuro del país, los que afirman que “aquí no vale la pena vivir” y hasta prometen no regresar jamás.

Y resulta admirable que en otros que no nacieron aquí se despierte el interés, el deseo y un amor patrio, porque valoran lo bueno y hermoso que tiene nuestro país, que son sus gentes y sus bellezas naturales;  la hospitalidad, la camaradería barrial, la libertad, el clima social despejado sin guerrillas ni inestabilidad y violencia como ocurre ahora en muchas grandes capitales estremecidas por las contiendas callejeras, y las oportunidades de crecer y progresar.


 Los valores que otros ven, y que no muchos de aquí percibimos, son los tesoros que todos los días debemos apreciar y cuidar, sintiéndonos bendecidos de nacer y de vivir en una patria excepcional y única.  

Tomado del periódico: Listin Diario
Link del artículo: http://www.listindiario.com/editorial/2013/8/19/288835/Lo-bueno-de-ser-dominicanos

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